La acústica de la sala de control José Mujica |
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En
un artículo anterior (La
Insonorización y el sentido común) me dediqué a explicar los principios
básicos de la insonorización. En este pretendo explicar el efecto de la acústica
interna de la sala en la reproducción del sonido. Porque como ya decía antes, una cosa
es evitar que el sonido entre o salga de la sala y otra muy distinta es lograr una buena
acústica interna. Para los que siempre andan pensando en no gastar en un especialista, lamento informarles que los casos mencionados no son compatibles. Esto es que si te dedicas a "forrar" la sala de materiales absorbentes, es probable que aumentes la insonoridad, pero en cambio consigas una sala "muerta", lo que resultará desastroso en tu producto final. ¿Qué es una sala muerta? Una sala muerta acústicamente es aquella que posee exceso de absorbentes. Esto derriba el mito latinoamericano de "fórralo todo con corcho que suena chévere". Para los que piensan que el público no sabe de acústica y ni se enterará que ese producto fue grabado en una sala muerta, también les tengo una mala noticia. El público en efecto no sabe de acústica pero si siente algo que se llama psicoacústica y que le dice que cambie la emisora, prefiera otro CD o vaya a otro lugar donde el ambiente sea distinto. Pero como este es un error que casi todo autodidacta menor comete en sus inicios, tenemos una solución, la unidad de Reverberación y Time Delay. Si usted mata la sala quitándole todo eco natural, podrá producir uno artificial. Claro, usted ya debe saber todo lo que digo en mi otro artículo de este mes "Sonidos Híbridos". ¿Qué es una sala brillante? El otro extremo de la acústica de salas lo representan las brillantes. Estas son salas que poseen una excesiva cantidad de materiales reflectantes, (Espejos, vidrios, láminas de metal, mármol, etc.). El problema de las salas brillantes es muy raro en el área de estudios, lo digo por lo del trauma de no querer molestar a los vecinos con el ruido. El impulso inicial siempre es crear una sala muerta forrando hasta los micrófonos. El fenómeno de las salas brillantes es más característico de los arquitectos noveles. Y por aquello que yo llamo el síndrome de los herederos, (Como mi hijo es arquitecto le voy a dar la sala para que me la diseñe), estamos invadidos de salas públicas brillantes. La Solución Si piensa instalar un estudio gaste todo su dinero de infraestructura en una construcción pesada, (Ver artículo Ley de Masas). Luego gaste lo de la decoración en reforzar la insonorización, si le hace falta. Forre todo. Por último, cuando sienta que se está asfixiando porque no puede respirar de tanto absorbente acústico, comience a pensar en que debe dedicarse a la acústica interna, esto es ¿Cómo suena la sala? Si no lo sabe hacer, contrate a alguien que le calcule el RT60, (El tiempo de reverberación). Si cae en buenas manos el profesional le indicará que cantidad de materiales reflectantes le hace falta colocar dentro de su sala forrada y sobre su material absorbente para lograr el equilibrio o reverberación ideal. Sepa que para los efectos de la acústica interna el material que importa es el que usted puede ver. La cabina de Control Hasta ahora hemos hablado de la sala de estudio, esta es donde los músicos se acomodan para ser grabados. Ahora hablaremos del mito de la sala de control (Esta es la sala donde van los equipos y se acomodan los técnicos e ingenieros para grabar a los músicos). Cuando uno ve las fotos de las revistas de estudio de grabación, se consigue en más del 90% de los casos con unas salas de control equilibradas y calculadas. Observará fácilmente como se combinan armoniosamente en forma decorativa los materiales absorbentes y reflectantes de los pisos, paredes y techos. Allí está el error, según los puristas de estudios de grabación -Y yo comparto esa opinión aunque no siempre la practico- la Sala de Control debe ser una sala muerta. El argumento se basa en algo muy simple, el tiempo de reverberación (Tiempo de eco) que usted escuche en el control no debe ser propio de dicha sala, sino solamente el que provenga, por medio de las cornetas, de la sala de estudio, la de los músicos. Usted no debería sumar nunca el eco de la sala de estudio que viene de las cornetas, con el eco de su sala de control. Esto le crearía obviamente una falsa percepción de lo que está pasando con el sonido en la grabación. En pocas palabras, si usted es de esos que se siente atraído por ahogarse en absorbentes acústicos descargue toda su energía contra la sala de control, literalmente asesínela acústicamente. |
Como debe ser Una promesa |
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