Nuestro principal colega de trabajo

José Alberto Días

Hemos sido doblemente afortunados por haberlo tenido, primero  como estudiante de la escuela hace 10 años, (Cuando nos llamábamos Roland Learning Center), y posteriormente como Jefe de Técnicos de Audio Medios. Ha triunfado en España y ahora en Inglaterra, desde donde comienza a contribuir con este site.

     A lo largo de mis andares en el negocio del audio he tenido la suerte de poder trabajar en muchas de las múltiples facetas de este mundo, y si bien falta mucho camino por recorrer he podido observar algunas cosas que considero han sido importantes para la formación de mi carácter como técnico de audio que quisiera compartir con aquellos que ejercen esta profesión; una de ellas es la importancia de nuestros colegas de trabajo.

     Para quien ve desde afuera, nuestra actividad tiene tendencia a solo reconocer aquello que es más evidente, tales son los casos del responsable del FOH en un concierto, el que hizo la mezcla en un disco, el ingeniero que diseño tal o cual sistema de audio, entre otros. Reconocimiento bien merecido ya que son posiciones complicadas que requieren una gran responsabilidad, y que a su vez por conocer bien la complejidad de esta actividad dan el debido respeto a los que nuestro consumidor final le cuesta identificar, por la misma razón que nos cuesta reconocer todos los que intervienen en una actividad de la que no tenemos conocimiento. Un ejemplo dramático es cuando pasamos por una grave enfermedad y salimos airosos de ella, inmediatamente agradecemos al dios que nuestra cultura profesa, y paso seguido al médico que nos ayudo, siendo rara la oportunidad que agradecemos al equipo que con él trabaja, bien sea por desconocimiento o por el hecho de que nuestro estado no nos permitió ver aquellos momentos en que alguien hizo algo vital para ayudarnos.

     Así como el médico extiende una palmada en la espalda de aquellos que lo ayudan en su día a día, un buen profesional del audio siempre debe agradecer a aquellos que sin darnos cuenta siempre están haciendo algo vital para el buen final de nuestra jornada, aquellos que en algún momento nos comentan jocosamente "creo que si encendemos el amp, esto va a sonar" o que tienen a la mano aquel cable que a última hora hace falta para esa conexión que no estaba prevista.

     Debemos concordar en que cuanto mejor se conoce un equipo técnico mejor trabaja; pues bien, lo primero que atrae a la mayoría de las personas que ingresan a un curso de audio, bien sea por pretender dedicarse a la profesión o porque lo consideran necesario para mejorar la actividad que ya desempeñan ( músicos, oradores, periodistas, publicistas, etc), es el querer conocer el funcionamiento de esos sofisticados equipos de audio de manera de poder sacarle el mejor provecho, algo que es muy valedero, para lo cual existen muy buenos profesionales con capacidad de transmitir estos conocimientos. Ellos mismos nos presentan a un colega de trabajo que una vez que queremos ser profesionales del audio será nuestro colega toda la vida, todos los profesores de audio sin excepción nos hablan ampliamente de él y nosotros decimos "pero ya lo conozco, siempre lo oigo".

     El problema es que en una buena relación de trabajo no basta con una presentación, hay que dedicar tiempo a conocer, y no suficiente con oír, hay que escuchar. Al colega al que me refiero es obviamente al SONIDO, un colega de trabajo no puede infundirnos miedo, ni puede ser nuestro enemigo sentimientos que algunas veces nos despierta el sonido.

    Esta metáfora tiene el fin de convidar a todos mis compañeros del medio del audio a que conozcamos mejor a ese compañero escurridizo, caprichoso, y vanidoso, pero que al mismo tiempo noble, capaz de darnos muchas satisfacciones en nuestra profesión.

     Son muchas las buenas marcas de equipos o herramientas capaces de satisfacer los caprichos de este colega con el fin de obtener lo mejor de él, pero al final somos nosotros quienes tenemos que lidiar con estos caprichos, por eso, cuanto mejor lo conozcamos mejor lo entenderemos y así lograremos hacerle entender que no siempre disponemos del mejor equipo para satisfacer sus caprichos y convencerlo de darnos los mejores resultados, por otra parte siendo él tan vanidoso le encanta que comenten sobre él cuanto mas lo hacemos mejor se comporta con nosotros, además le encanta que le reconozcan sus múltiples facetas "cosas de la vanidad" pero él es así, "importante" y al final él es nuestro principal colega de trabajo